domingo, 17 de junio de 2012

New York Burguer (Madrid, Calle General Yagüe, 5)





Mi primera entrada como autor de una crítica culinaria en este insigne blog que promete convertirse en referencia imprescindible del buen comer nacional.

Evidentemente toda opinión publicada es en si misma subjetiva y quizá ayude describir a grandes rasgos cómo soy. Me considero una persona sencilla y aunque todo tiene su importancia, siempre he valorado muchisimo más el contenido que el continente. Me llama muy poco la atención toda la parafernalia en la que muchas veces se convierte la cocina para intentar justificar un plato que no vale un carajo. Sobretodo detesto los platos cuadrados. Esos platos que ocupan cada uno media mesa cuando la comida que transportan entra holgadamente en un platito de taza de café. El día que los platos se coman cambiaré de parecer. En definitiva prefiero un sitio cutre (que no sucio) con encanto en el que te sientas agusto a un lugar superpreparado sin ninguna personalidad. Después de esta chapa si aún seguís leyendo estoy convencido de que llegareis hasta el final.

El establecimiento sobre el que tratarán mis párrafos es el NEW YORK BURGUER de la calle General Yagüe 5 del que me habían hablado bastantes personas como el lugar donde servían la mejor hamburguesa de Madrid. La primera impresión que me dió el local a la entrada fue neutral. Decoración cuidada en blanco y negro con mesas pequeñas que no daba pie a fijarte en ella ni para bien ni para mal. En esta ocasión iba acompañado de jrodnez (creador del blog) y de un ser que no tengo claro si en ese momento tenía permiso para encontrarse allí o era aluciación mía y que propongo que a partir de ahora lo llamemos Ente Etéreo. Por si no te ha quedado claro o has estudiado con la ESO éramos 3. Éramos 3 aunque habíamos reservado para 4 ya que en un principio Kaplas iba a unirse a nosotros (finalmente no fue posible). Bueno pues decidieron ponernos en una mesa en la que cabían dos sin desmasiadas alegrías, empezamos bien, estos no saben que están siendo estudiados. Hay que comentar que es un restaurante en el que hay que reservar porque se llena, pero el hecho de intentar aprovechar al máximo cada puesto es por lo menos rácano.

Vamos al grano, la comida. La carta te la ofrecen de forma original en un panfleto que simula un periodico y se basaba en los productos típicos de este tipo de sitios. Entrantes , sandwiches, costillares, hamburguesas y alguna ensalada. Nosotros decidimos pedir un entrante que traía un poco de todo y una hamburguesa de 350gr (La mayor era la de 500gr) que para qué engañarnos, era principalmente a por lo que íbamos.

El entrate estaba compuesto por alitas de pollo, fingers de queso, jalapeños rellenos de queso cheddar y aros de cebolla todo ello acompañado de su inseparable salsa barbacoa y otra salsa suave de mostaza adulzada. Como entrantes bien, correctos, nada diferente a lo que puedes encontrar en las incontables franquicias con tendencias yankis.

Y tras las pertinentes fotos de nuestro ente etéreo, le tocó el turno a la hamburguesa que tanta fama tiene. En el plato que te traen aparece la hamburguesa sin montar para que observes el conglomerado de carne que has pedido.

 

El aspecto es muy bueno y entran las ganas de hincarle el diente peroooooo... hacen la hamburguesa tan grande que es incomodísima de comer como dios manda, esto es, con la mano. La fenomenal idea de poner un trozo de carne entre panes pierde todo su encanto con semejantes mastodontes. Para mi gusto sería mucho mejor servirla en dos que no tener que estar con el cuchillo y tenedor troceando una hamburguesa en plan finolis. A diferencia de mis compañeros que la pidieron al punto, yo decidí probarla poco hecha y creo que fue un acierto porque las suyas decían que estaban un poco secas. La mía fue de las más simples, sólamente con queso, tomate, lechuga, pepinillo y pan rústico con la intención de saborear la carne. Y sinceramente me decepcionó muchísimo. La carne estaba trituradísima y se desmigaba sólo con mirarla con lo que era aún más incómoda de comer. Debido a esto, tampoco me gustó su textura y lo peor de todo, me pareció muy poco sabrosa, la calidad de la carne no me pareció lo que me esperaba. Un chasco en toda regla despues de todos los halagos oídos. Lo único que me llamó la atención fué el pan que dice bastante poco de la hamburguesa.


Como postre probamos una coockie de chocolate con helado de vainilla a compartir que estaba bien y cuyo principal aliciente era el contraste entre el frío del helado y lo caliente de la coockie.


He de decir que el servicio era bastante rápido, incluso demasiado. En cuanto veían que algo sobraba en la mesa se lo llevaban, pero es que a veces se llevaban cosas que no sobraban, como el final de la hamburguesa de jrodnez. En cuanto al precio, salimos a 20-25€ por persona que es más o menos lo esperado.

Vamos con la clasificación cocretera (máximo 10 5):
  COCINA:                   5  2 putas cocretas
  AMBIENTE:               6  3 putas cocretas
  CALIDAD/PRECIO:   5  2 putas cocretas
  SERVICIO:                 3  1.5 putas cocretas

Sigo pensando que hasta ahora la que más me ha gustado es la hamburguesa del Alfredo´s barbacoa y poco detrás iría la del Tommy Mels.

PD: Cuidado con los hielos que le ponen a la cocacola (XD). Me han dejado KO con anginas y 38 de fiebre todo el fin de semana.

Pulpería Airiños (Madrid, Calle Suecia 96)

Sorprendente descubrimiento. 
Estas dos palabras resumen mi experiencia en esta pulpería situada en el Barrio de Las Rosas de Madrid. Al parecer, se trata de un local antiguamente situado en La Elipa que se trasladó a esta nueva ubicación hace algo más de un año, totalmente desconocido para mí, pero recomendado por mi hermano que para esto del comer suele ser de criterio parecido al mío.
Así que este sábado, que estaba de rodríguez —algo más de lo habitual, me refiero—, nos acercamos los dos para conocer el sitio.
Estéticamente, el local no es gran cosa, tipo restaurante de barrio de los de toda la vida. El comedor está en una planta sótano y, al ser pequeño, da un poco la sensación de cerrado. No es algo a lo que yo le dé excesiva importancia, pero a nadie le disgusta un buen ambiente ¿no?
Tratándose de una pulpería no podíamos hacer otro cosa que probar una ración de pulpo, a la que añadimos unos berberechos que nos recomendó el camarero y un entrecot trinchado que compartiríamos. Lo primero que he de decir es que nos pasamos en cantidad, las raciones varían de manera notable de un sitio a otro y es difícil acertar con la cantidad. Aquí son generosas, así que añadiendo un postrecito hubiese comido tranquilamente otra persona, a pesar de que tenemos ambos un buen saque.
Al tajo.
El pulpo —a feira, por supuesto— excelente, sin pasarse de cocción, acompañado de un par de cachelos. La ración son 24€ pero, dada la cantidad, no está mal y su calidad bien merece pagarlo.


Los berberechos esquisitos, sabrosos, sin arena y en su punto. ¡Qué mas se puede pedir! 14€
El entrecot —23,50€— no estuvo a la altura del resto, tierno pero el punto de la carne no era homogéneo y estaba pasado en algunas zonas. No sé si influyó que nos lo trajeran demasiado pronto y se enfriase un poco, pero no terminó de convencerme. Aquí hay que ponerle un punto negativo a la cocina o al servicio, pues nos pusieron todos los platos prácticamente al mismo tiempo con lo que no podía pasar otra cosa más que la carne se enfriase.
Al postre no llegamos, muy a pesar nuestro hay que decir, pues las filloas flambeadas de la carta no hacían más que llamarnos por nuestros nombres. Y no se os ocurra pedir café porque está malísimo, algo que no entiendo como no cuidan más en los restaurantes,  es la última impresión que le queda a los comensales y no creo que suponga gran coste.
En cuanto al servicio, estuvieron amables y atentos en todo momento a que no faltase nada en la mesa. El error de servir todo al mismo tiempo es importante, pero a su favor diré que era un poco tarde y los últimos comensales que quedaban en el local.
Y, por último, siguiendo la estela iniciada por Pikapalo en cuanto a puntuaciones, ahí va la mía un poco ampliada:

  COCINA:                     4 putas cocretas
  AMBIENTE:                2 putas cocretas
  CALIDAD/PRECIO:   4 putas cocretas
  SERVICIO:                  3 putas cocretas

Aunque la puntuación de la cocina parece un poco alta, sólo por el pulpo ya se merece. En Madrid es difícil encontrarlo decente.